Llevo más de 10 en la industria de la prostitución, un período considerable de tiempo. Me gustaría compartir una reflexión sobre mi experiencia en este mundo.
Durante mi trayectoria en esta industria, he tenido el privilegio de atender a clientes de diversos ámbitos, desde altos cargos y políticos hasta personal de justicia, fontaneros, empresarios, banqueros, etc. Cada interacción con ellos ha aportado una perspectiva única a mi trabajo, enriqueciendo mi comprensión de la humanidad en su diversidad.
A lo largo de los años, también he notado un aumento en el número de clientas mujeres. Esta tendencia ha enriquecido mi experiencia al permitirme comprender y atender las necesidades específicas de un espectro más amplio de personas.
En esta profesión, hemos atendido a desde clientes: que buscan ser escuchados, comprendidos y queridos, hasta los que se sienten solos, los tímidos o los que buscan escapar de la rutina. solteros, viudos, parejas y mujeres que desean explorar nuevas experiencias. Cada uno busca algo diferente, y estamos aquí para ofrecer un espacio de comprensión y satisfacción para todas esas necesidades.
El trabajo sexual desempeña un papel importante en el apoyo a personas con discapacidades, ofreciendo una forma de intimidad y contacto humano que de otra manera podrían no experimentar. Muchas veces vienen con los padres y estos agradecen la existencia de este servicio, ya que puede aliviar la presión sobre ellos en situaciones íntimas. En muchos casos tienen que masturbar a sus hijos. Este aspecto proporciona un vistazo a la complejidad de los roles que desempeñan los trabajadores sexuales en la sociedad.
Fuente: https://diarioalicante.es/opinion/cliente-violador-putero-o-solo-cliente/
Por Susana Pastor